En el 80% de las ocasiones la muerte súbita no presenta síntomas de alerta
La muerte súbita es un evento que ocurre de manera inesperada y en un corto período de tiempo, desde la aparición de los síntomas hasta el colapso. Este fenómeno puede ser especialmente alarmante cuando sucede durante la actividad física, lo que lo convierte en un área de gran interés para atletas y aquellos involucrados en actividades deportivas intensas.
La muerte súbita es aquella que acontece de forma inesperada y en un tiempo breve entre los síntomas al colapso
Los síntomas que pueden indicar un riesgo de muerte súbita incluyen el síncope, que es un desvanecimiento o pérdida de conocimiento, dificultad para respirar, o dolor torácico durante el ejercicio. Estos signos deben tomarse muy en serio y requieren atención médica inmediata para prevenir resultados fatales.
En personas mayores de 35 años, la principal causa de muerte súbita es la aterosclerosis. Esta condición se caracteriza por la acumulación de depósitos grasos en las arterias del corazón, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo y llevar a un infarto. Por otro lado, en individuos menores de 35 años, las causas suelen ser de origen congénito, presentes desde el nacimiento pero que generalmente no se manifiestan hasta el momento crítico de la muerte súbita.
Es alarmante saber que en un estudio realizado a atletas, 1 de cada 260 que se sometieron a un screening médico, presentó alguna condición que requería estudios adicionales. Esto subraya la importancia de que todo deportista sea evaluado médicamente antes de participar en ejercicios o deportes vigorosos. Este examen debe incluir una historia clínica detallada que considere los antecedentes familiares y personales del atleta.
Además, para aquellos que participan regularmente en deportes, es aconsejable realizar un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo. Estas pruebas pueden ayudar a identificar riesgos ocultos y a tomar medidas preventivas.
1 de cada 260 atletas que se les realiza un screening, se les encuentra una condición que requiere estudios adicionales.
Es crucial también considerar los factores de riesgo evitables para la muerte súbita. Entre ellos, el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y los altos niveles de colesterol o triglicéridos en la sangre, los cuales son modificables a través de cambios en el estilo de vida y la medicación adecuada.
Finalmente, la creación de espacios cardioprotegidos es esencial. Estos son áreas equipadas con los recursos necesarios, como un desfibrilador externo automático (DEA), para asistir a una persona durante los primeros minutos de un paro cardiorrespiratorio.
Al aumentar la conciencia y tomar medidas proactivas, podemos trabajar juntos para reducir la incidencia de muerte súbita en el ámbito deportivo y más allá.
Dr. Lawrence
Patología
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