El poder del juego
- Paula Núñez
- Sep 10
- 2 min read
¡Lo que el Día del Niño nos enseña sobre entrenar con diversión!

Para muchos adultos, ir al gimnasio puede sentirse como una tarea ardua, casi incompatible con el estilo de vida sedentario que tiene la mayoría de la población. Además, muchos sienten que entrenar implica “sacrificar” parte de su tiempo personal, dedicar esfuerzo y compromiso, recordar alguna mala experiencia pasada con el ejercicio, y, sobre todo, depender de la fuerza de voluntad.
¿Pero qué pasaría si ese significado que le damos al entrenamiento pudiera cambiar, tomando como inspiración la forma en que los niños ven el juego?
Los niños ven el juego como una forma natural de explorar y aprender sobre el mundo que los rodea. A través del juego desarrollan habilidades cognitivas, físicas, sociales y emocionales, exploran su entorno, expresan sus sentimientos y fortalecen su imaginación y creatividad.
Inspirados en el Día del Niño, los adultos podrían “cambiar el chip”. Es decir, si adoptás una mentalidad inspirada en cómo los niños viven el juego, entrenar podría convertirse en una experiencia divertida, más amena y motivadora.
Hoy en día existen programas de entrenamiento diseñados por profesionales y especialistas que pueden adaptarse a cada persona de manera segura. Estos programas permiten volver a sentir esos momentos inolvidables y divertidos de la niñez, mientras se mejora la salud y se generan cambios positivos en los hábitos.
Además, las clases grupales hacen que el ejercicio sea más entretenido y social. Al entrenar en grupo, la diversión se multiplica y el esfuerzo se siente menos pesado.
Sin duda, es un cambio de mentalidad: pensar diferente, priorizar lo importante para nuestra salud y disfrutar el proceso.
Al final, entrenar con diversión no solo mejora nuestro cuerpo, sino también nuestra actitud y motivación. Incorporar el juego en la rutina diaria nos permite redescubrir el placer de movernos, fortalecer nuestra disciplina sin sentirlo como una obligación y crear hábitos sostenibles que nos acompañen toda la vida. Porque cuando el ejercicio se vive con alegría, cuidar de nuestra salud se vuelve un momento esperado, no una tarea.
“El único deber es el deber de divertirse terriblemente.” – Oscar Wilde
Laila Dialá Aguilar Ulloa
Coach World Gym
